sábado, 22 de diciembre de 2012

LA MAGIA DE LOS CUENTOS INFANTILES

Si nos preguntaran porque es tan importante la lectura de cuentos en la infancia seguramente responderiamos que porque ayudan a los pequeños a distraerse y es su primer contacto con la lectura. Pero si nos paramos a reflexionar sobre ello descubrimos que la lectura de cuentos va mucho mas allá. Entre los motivos que nos llevan a situarlos entre una de las experiencias mas vitales y relevantes de cualqier pequeño se encuentran los siguientes motivos: 
  • Satisfacen y enriquecen la vida interna de los niños.
  • Aportan a la imaginacion de los niños nuevas dimensiones a las que les seria imposible llegar por si solos.
  • Proporcionan seguridad al niño porque le dan esperanzas respecto al futiro por cuanto mantienen la promesa de un final feliz.
  • Posibilitan que el niño exprese sus deseos a través de un personaje; obtenga una satisfacción a través de otro; se identifique con un tercero; tenga una relación ideal con un cuarto; y así sucesivamente. a 
  • Favorecen las relaciones interpersonales.
  • Transmiten mensajes educativos.
  • Proporcionan confianza.
Por todo ello es fundamental que proporcionemos o pongamos al alcance de los nin@s el mayor porcentaje de actividades lectoras, no solo para que desde pequeños descubran el placer de leer sino también porque les ayuda en su crecimiento personal.





martes, 11 de diciembre de 2012

MANUALIDADES NAVIDEÑAS


¡Navidad está en la esquina! Festejar las fiestas navideñas gusta mucho a los niños. Sin embargo, desconocen el origen de estas fiestas. Explicar a los niños de dónde proceden estas fiestas es una buena manera de que comprendan el significado de la Navidad para niños. Es importante explicar a los pequeños el significado de la Navidad, más allá de la diversión y los regalos para transmitirles el sentido cultural y social de estas celebraciones.A continuacion se muestra una pequeña seleccion de tocas aquellas manualidades que los docentes pueden realizar en clase con sus peques o bien los papas con ellos en casa. Elige la que mas te guste y... NO LO DUDES...HAZLAS!!!!
Preciosos y muy sencillo arbolito
Graciosas muñecos con solo unas bobinas de hilos

Divertido colgante de Papa Noel hecho con palotes
Fantásticas postales

lunes, 26 de noviembre de 2012


LOS DOS CONJUROS

Había una vez un rey que daba risa. Parecía casi de mentira, porque por mucho que dijera "haced esto" o "haced lo otro", nadie le obedecía. Y como además era un rey pacífico y justo que no quería ni castigar ni encerrar a nadie en la cárcel, resultó que no tenía nada de autoridad, y por eso dio a un gran mago el extraño encargo de conseguir una poción para que le obedecieran.
El anciano, el más sabio de los hombres del reino, inventó mil hechizos y otras tantas pociones; y aunque obtuvo resultados tan interesantes como un caracol luchador o una hormiga bailarina , no consiguió encontrar la forma de que nadie obedeciera al rey. Se enteró del problema un joven, que se presentó rápido en palacio, enviando a decir al rey que él tenía la solución.
El rey apareció al momento, ilusionado, y el recién llegado le entregó dos pequeños trozos de pergamino, escritos con una increíble tinta de muchos colores.
- Estos son los conjuros que he preparado para usted, alteza. Utilizad el primero antes de decir aquello que queráis que vuestro súbditos hagan, y el segundo cuando lo hayan terminado, de forma que una sonrisa os indique que siguen bajo vuestro poder. Hacedlo así, y el conjuro durará para siempre.
Todos estaban intrigados esperando oir los conjuros, el rey el que más. Antes de utilizarlos, los leyó varias veces para sí mismo, tratando de memorizarlos. Y entonces dijo, dirigiéndose a un sirviente que pasaba llevando un gran pavo entre sus brazos:
- Por favor, Apolonio, ven aquí y déjame ver ese estupendo pavo.
El bueno de Apolonio, sorprendido por la amabilidad del rey, a quien jamás había oído decir "por favor", se acercó, dejando al rey y a cuantos allí estaban sorprendidos de la eficacia del primer conjuro. El rey, tras mirar el pavo con poco interés, dijo:
- Gracias, Apolonio, puedes retirarte.
Y el sirviente se alejó sonriendo. ¡Había funcionado! y además, ¡Apolonio seguía bajo su poder, tal y como había dicho el extraño!. El rey, agradecido, colmó al joven de riquezas, y éste decidió seguir su viaje.
Antes de marcharse, el anciano mago del reino se le acercó, preguntándole dónde había obtenido tan extraordinarios poderes mágicos, rogándole que los compartiera con él. Y el joven, que no era más que un inteligente profesor, le contó la verdad:
- Mi magia no reside en esos pergaminos sin valor que escribí al llegar aquí. La saqué de la escuela cuando era niño, cuando mi maestro repetía constantemente que educadamente y de buenas maneras, se podía conseguir todo. Y tenía razón. Tu buen rey sólo necesitaba buenos modales y algo de educación para conseguir todas las cosas justas que quería.
Y comprendiendo que tenía razón, aquella misma noche el mago se deshizo de todos sus aparatos y cachivaches mágicos, y los cambió por un buen libro de buenos modales, dispuesto a seguir educando a su brusco rey.

viernes, 23 de noviembre de 2012

EL MAGO BERLIN



En un reino llamado Britania, sumido en el caos, hace varios siglos nació el príncipe Arturo, hijo del rey Uther. Su reina madre había muerto poco después del parto; por eso, el rey entregó el bebé al fiel mago Merlín, con el fin que lo educara. Merlín optó por llevar a Arturo al castillo de un hidalgo, que tenía un pequeño hijo llamado Kay. Para cautelar la seguridad del príncipe, el mago ocultó la identidad de su protegido. Cada día, el leal Merlín enseñaba al pequeño Arturo todas las ciencias y, con sus dotes de gran mago, le explicaba los inventos del futuro y muchas fórmulas mágicas más.
Pasaron los años y el rey Uther murió sin dejar descendencia conocida. Los hidalgos fueron en busca de Merlín: - Hemos de elegir al nuevo rey -dijeron; y el mago, haciendo aparecer una espada clavada a un yunque de hierro, les dijo: Esta es la espada Excalibur. Quien logre sacarla ¡será el rey!
Los hidalgos probaron pero, a pesar de todo su empeño, no lograron moverla.
Arturo y Kay, que eran ya dos vigorosos mozos, iban a participar en un torneo de la ciudad. Al acudir al evento, Arturo reparó que había olvidado la espada de Kay en la posada. Corrió allí pero el local ya estaba cerrado. Arturo se desesperó. Sin su espada, Kay estaría eliminado del torneo. Descubrió así la espada Excalibur. Tiró de ella y un rayo de luz cayó sobre él, extrayéndola con toda facilidad. Kay vio el sello de la Excalibur y se lo contó a su padre, quien ordenó a Arturo que la devolviera. Los nobles intentaron sacarla de nuevo, pero fue inútil. Arturo tomó la empuñadura, volvió a caer un rayo de luz, y la extrajo sin el menor esfuerzo.
Todos admitieron que aquel joven, sin título alguno, debía ser el rey de Britania; y desfilaron ante él, jurándole fidelidad. Merlín, feliz y humilde por su accionar, se retiró a su morada.
Pero no pasó mucho tiempo cuando un grupo de traidores se levantaron en armas contra el joven monarca. Merlín intervino, confesando que Arturo era el único hijo del rey Uther; pero los desleales siguieron en guerra hasta que, al fin, fueron derrotados, gracias al valor de Arturo y a la magia de Merlín. Para evitar que la traición se repitiera, Arturo creó la gran Mesa Redonda, integrada por los hidalgos leales al reino. Se casó con la princesa Ginebra, viviendo años dé dicha y prosperidad.
- Ya puedes reinar sin mis consejos, - le dijo Merlín en su despedida- y sigue siendo un rey justo, que la Historia